domingo, 6 de octubre de 2013

VOLVER AL PASADO: CAPITULO 15

CAPITULO 15

Todo estaba a mi favor, me encontraba a pocos días de la inauguración de “Librocentrismo” y me desvelaba tratando de pulir los detalles previos al día de la inauguración. No sería algo grande, ya que la mayoría de los recursos estaban destinados a la adquisición de los libros y ornamentación del local, pero si tenía la esperanza de que sea algo llamativo, puesto que queríamos atraer la atención de la mayor cantidad de jóvenes estudiantes y amantes de la lectura que encuentren en nuestra librería lo que necesiten.
Había creado una serie de eventos en las redes sociales para que la noticia se divulgue, había cierta expectativa en círculos de amigos y algunos familiares a los que había invitado, pensando sobretodo en llamar la atención. Vivimos en un país de curiosos, sabía que si había cierta cantidad de público el día de la inauguración, más personas se acercarían a ver y éstas a su vez atraerían a más personas y así sucesivamente. Es inevitable.

El día había llegado y me sentía un poco nervioso, el encargado de la publicidad a pequeña escala había cumplido su labor y había cierto público sentado en las sillas blancas instaladas previamente. Al parecer estaban todas las personas que había invitado de manera personal y podía distinguir uno que otro joven con apariencia académica merodeando la zona, seguramente habían leído la publicidad y se habían acercado a ver que podían encontrar.
Mi padre había llegado de viaje especialmente para el evento y se encontraba fumando un cigarrillo a las afueras del local, seguramente esperando a que inicie el evento para recién ingresar. Por otro lado mi madre aparentaba cierto nerviosismo y lo disimulaba con sonrisas en las conversaciones que sostenía con algunos familiares asistentes. Todos hablaban, todos murmuraban, todos aquellos ahí reunidos en cierto momento habían esperado mucho de mí profesionalmente, seguramente a que acabe mi carrera y sea el ejemplo para el resto de mis primos menores que yo, pero no había salido así. Renuncié a la universidad y me dispuse a iniciar algo nuevo, algo mío y aunque en ese momento no todos confiaron en mí luego de varios meses iban a cambiar su forma de pensar, iban a verse sorprendidos al ver que una vez más, cumplí con lo que me dispuse y contra todo pronóstico. Eso es lo más emocionante de la vida, cuando muchos dicen que no puedes, sin darse cuenta te están dando más razones para que lo hagas. Ese era mi momento, ese era el inicio.
Escuché que un amigo mío al que había hecho participar como “maestro de ceremonia” de manera improvisada, dejaba escuchar su voz por el micrófono captando la atención de los concurrentes.
     Buenas tardes con todos, les saluda su amigo Pepe Lucho, Librería “Librocentrismo” agradece su cordial asistencia, a este magno evento en el cual se dará apertura a el que será el punto de reunión de los académicos y amantes del buen libro. Pido por favor, permanecer sentados y en silencio de tal manera que el evento se lleve a cabo sin percances. En algunos momentos más estará con nosotros Jaime Valenzuela, amigo mío y dueño de esta brillante idea que pretende cambiar la manera de lo que representa ser una librería.
Escuché que el micrófono se apagó y se dejaron escuchar algunos aplausos irrelevantes, seguramente por compromiso. De pronto vi que Pepe Lucho regresaba al lugar donde me encontraba.
     Jaime ya está, son todos tuyos.
     Muchas gracias Pepe Lucho, como siempre haciendo gala del buen habla, sabía que podía contar contigo para este día.
     No hay de que Jaime, ambos hemos sido amigos por años y era imposible reusarme a la idea de estar aquí presente. Bueno pero el protagonismo es tuyo esta vez, así que éxitos en tu discurso de apertura. ¿Has preparado algo, cierto?— me miró y sonrió como si la respuesta ya fuese conocida— Lo sabía, siempre te ha gustado improvisar pero está bien, es lo tuyo— y terminó su frase con una carcajada.
     Así es, me gusta sentir la adrenalina de construir frases según las circunstancias.
Agradecí nuevamente a Pepe Lucho por el gesto de estar presente y me dirigí al modesto estrado que se había instalado para poder pronunciar algunas palabras. El número de personas había incrementado, podía ver a más amistades de mi promoción, de mi ex universidad y uno que otro familiar más que se llegaban y se sentaban presurosos en las sillas que se había puesto fuera del local previa inauguración. Tal como lo esperaba, el número de curiosos se había incrementado también, muchos sin saber siquiera que estaba pasando, pero la curiosidad podía más y murmuraban entre sí seguramente haciendo hipótesis de qué estaba pasando o de que regalos se iban a dar. Típica del peruano. Sonreí internamente.
De pronto visualizando a las personas que estaban cerca, vi que estaba Gaby sentada en una de las sillas, había ido bien arreglada y me miraba con cierta ira y es que no era para menos, ingratamente y con todos los ajetreos por la inauguración olvidé invitarla. Fue un descuido imperdonable y por dentro me lamenté profundamente, como pude olvidar ponerla en la lista para que le llegase la invitación. Pero a su lado vi a alguien más, que había pasado desapercibida pero que estaba ahí con una sonrisa dibujada y mirándome atentamente, era Jessica. Al parecer Gaby al enterarse por las redes sociales había conversado con Jessica sobre la inauguración y ambas se habían puesto de acuerdo para ir. Me sonrojé al mirarla y ella mostró una sonrisa conciliadora como transmitiéndome un sentimiento de calma. Aunque me había reprochado previamente por no haber invitado a Gaby a la inauguración, no se me había cruzado por la cabeza el invitar a Jessica, tengo que reconocer inclusive que ni siquiera consideré en algún momento invitarla. Pero también tengo que reconocer, que me dio gusto verla ahí.
Me encontraba vestido muy elegante, con un terno oscuro y camisa y corbata cuidadosamente escogidas por mi hermano Ricardo, siempre tuvo buen gusto para vestirse y de vez en cuando era una especie de asesor personal cuando de ponerse algo se tratase. A pesar de no haber sido un evento grande, sabía que tenía que destacar ya que era mi proyecto, mi negocio y mi inicio hacia una nueva vida, así que no dudé en vestirme elegantemente.
     Señoras y señores, es para mí un privilegio dejarlos con mi gran amigo y dueño de “Librocentrismo”, Jaime Valenzuela.
Escuché aplausos de los asistentes, todos de pie para recibirme y me sentí muy nervioso, a pesar de haber estado acostumbrado a hablar muchas veces en público desde que era muy niño, aquel día era diferente al resto, era el día en el que le iba a callar la boca a muchos y dejar orgullosos a muchos otros.
Traté de disipar esos nervios con algunas técnicas que había leído en algunos libros de motivación previos discursos y le di la mano a Pepe Lucho que de inmediato me dejó solo en el modesto estrado adornado con una también modesta alfombra. Y empecé:
     Buenas tardes a todos los asistentes, agradezco previamente a mi gran amigo Pepe Lucho que de una manera desinteresada aceptó ser maestro de ceremonias o anfitrión en este especial evento para mí. Quiero continuar los agradecimientos hacía ustedes por haber dejado de lado sus deberes y labores y estar presentes el día de hoy acá, conmigo. A mi madre que desde temprano estuvo presente acá y a mi padre que vino desde lejos tan solo para presenciar este momento y tengo entendido mañana mismo está partiendo otra vez. A mi hermano Ricardo que el día de hoy haciendo gala de su buen gusto, me ayudó a elegir lo que llevo puesto. Gracias a los tres. A mis familiares: tíos, primos y sobrinos que hicieron un espacio en sus agendas para asistir el día de hoy y a mis amigos y curiosos— recuerdo haber dicho curiosos con cierto sarcasmo que me dio un poco más de confianza— que al igual que el resto han venido hasta aquí para la inauguración de “Librocentrismo”.
Aún recuerdo como si fuese ayer, y es algo que no es desconocido para muchos, el día en que decidí dejar la Universidad, tengo que reconocer que haber esperado hasta el último año de la carrera para tomar esa decisión fue muy inmaduro de mi parte. Recuerdo también que decepcioné a muchas personas que en su momento apostaron todo por mí y que tras tomar esa decisión un sentimiento de decepción no se hizo esperar. Mis padres, aquellos que estuvieron conmigo en todo momento y me habían dado todas las facilidades para estudiar tranquilo y acabar satisfactoriamente mi carrera, entiendo que también se decepcionaron de mí, aunque muchas veces lo negaron sabemos que fue así. Mi familia que desde que fui muy chico siempre me tuvo bajo la mira, de una manera positiva desde luego pero que al igual que mis padres, hubiesen deseado que finalice aquello que un día empecé. También soy consciente que los decepcioné. A mis amigos de la universidad, que tomaron con sorpresa mi decisión y a pesar de tratar de convencerme repetidas veces, terminaron por aceptar mi decisión y que hasta el día de hoy me demuestran que son mis amigos a pesar de no compartir el mismo escudo universitario ni las mismas aulas que han dejado una carpeta vacía por mi ausencia. Luego de aquella difícil decisión, porque créanme, fue muy difícil tomarla, sabía que no podía dar ese paso sin antes pensar en dar otro. Aquel otro paso era tener algo propio, algo mío, algo que fuese producto de mi idea y algo que me permita soñar día a día, que me guíe por el sendero del éxito y sobretodo que, aunque muy polémica premisa, demuestre que en esta vida no hace falta tener un cartón como título para ser sinónimo de éxito. Tengo que confesarles también, que luego de dar ese paso me sentí muy apenado, ya que sentí que me dieron la espalda, ya que noté que me habían puesto barreras. Aquel joven universitario que de pronto era un ejemplo para el resto de la familia, de pronto pasó a la fila de los rechazados, de aquellos que son nombrados solamente para decir “no quieres terminar como él”. Sé que mi familia está presente aquí, les pido disculpas si es que me equivoqué en interpretar todo eso, pero fue lo que sentí y lo que ustedes me hicieron sentir sobretodo— en ese momento noté como algunas de mis tías se iban sonrojando, iban pasando saliva de una manera amarga por la expresión de su rostro, iban frunciendo el ceño— No pasé los mejores momentos, lo cual empujó a que me vaya de mi casa y que viva solo por un tiempo, tiempo que me permitió pensar en que haría de mi vida, me desvelaba tratando de crear la fórmula perfecta que combine mis pasiones con mis habilidades y luego de algún tiempo la encontré, “Librocentrismo” es sinónimo de todo eso. Regresé a mi casa de la mejor manera, nuevamente sentí el calor del sentimiento que sólo los padres saben transmitir, sentí nuevamente aquel apoyo incondicional de ellos que nunca estuvo ausente y me alegró saber que contaba con las herramientas necesarias para llevar a cabo lo que yo quisiera.
Me reuní con un grupo de amigos, cada uno muy bueno en su especialidad y les conté la idea sin el menor temor de que se la apropiasen, los vínculos de amistad hacen eso y luego de varias semanas de arduo trabajo, se llegó a esto, a cumplir una de mis metas, a demostrar que no basta ser algo en la vida, sino que hay que buscar siempre el ser alguien. Aquello diferencia a los seres comunes de los seres que son grandes.
El día de hoy, es el nuevo inicio de esta etapa en mi vida, con este evento demuestro que todo es posible mientras uno lo crea así. Que imposible no es más que un derivado de la palabra posible, el día de hoy salí de la fila de los rechazados para entrar a la fila del éxito. No pretendo seguir siendo ejemplo de nadie, no pretendo ser un modelo a seguir, sólo pretendo ser yo mismo y les pido entiendan que cada uno de ustedes también tiene que serlo.
“Librocentrismo” va a modernizar el concepto de lo que era una librería, en estas cuatro paredes se encierra el concepto de lo que el conocimiento permite hacer, de lo que el futuro necesita, ya que si es que hay algo en la vida que uno debe hacer es leer, leer y leer, eso sí alimenta el conocimiento y nos permite abrirnos paso a nuevos tiempos, a soñar y permitir soñar al resto. “Librocentrismo” es un espacio dedicado a aquellos que encuentran en los libros una herramienta útil para eso, para vivir una historia, para crear una ilusión y también para ayudar a los estudiantes de todas las áreas en encontrar todo lo que necesitan para el desarrollo de sus carreras. En esta librería estamos consolidando todo eso, estamos captando las necesidades y las estamos haciendo realidades, con sistemas virtuales de compra que nos permitan ahorrar tiempo, con grandes descuentos con las mejores editoriales del país que permitan seguir comprando libros originales a precios módicos de tal manera que la industria del conocimiento siga creciendo y no se vea “asesinada” por la piratería de la cual muchos de nosotros somos consumidores. Estamos con más proyectos en mente para seguir avanzando, pero todo va a depender de la respuesta de los compradores, hagamos que esto sea posible y siga creciendo.
Bueno, por ahora no tengo más que decir, más que reiterar mi agradecimiento por su presencia y que este sea sólo el inicio de algo que no debería acabar. Gracias a todos.
Escuché aplausos de todos lados, todo el público de pie, mi padre aplaudía orgullosamente, mi madre dejaba derramar algunas lágrimas que trataba de disimular con sonrisas, mis familiares hacían lo propio con mucho entusiasmo, como si aquel día se hubiesen llevado una gran lección de vida y rápidamente busqué con la mirada a Jessica, la vi de reojo y ella aplaudía con mucho entusiasmo y sonreía y le decía cosas al oído a Gaby, quien también no dejaba de aplaudir y respondí a su amiga, al parecer diciéndole siempre le ha gustado hablar, desde que lo conozco nunca ha usado un papel así que no me sorprende a lo que Jessica le daba empujoncitos de broma como no queriendo creer lo que Gaby le decía. La miré fijamente por un momento y ella después de sonreír desvió su mirada, un poco sonrojada.
Me dirigí a la puerta de ingreso que impedía el paso a los asistentes con un lazo rojo que esperaba ser cortado, dentro del local se encontraban dos señoritas que días antes habían sido contratadas para trabajar a tiempo partido en el local. Me alcanzaron el micrófono y con tijera en mano pronuncié:
     A partir de este momento les abro las puertas a un mundo innovador de conocimiento.
Corté lentamente la cinta que partida por la mitad caía al suelo como haciendo una reverencia a quienes iban a ingresar. Las puertas se abrieron desde dentro y la gente comenzó a ingresar. Todos iban ingresando lentamente mientras murmuraban, los curiosos hacían lo propio, pero había conseguido lo que se había planeado, el modesto local estaba lleno, algo que de inmediato fue fotografiado para la publicidad en las redes. Al final de todo el público se encontraban mis padres, todos ingresaban felicitándome por la inauguración, esperaba en la puerta que todos hicieran lo propio y les tocaba a mis padres. Mi madre me abrazó y dejó caer unas lágrimas nuevamente que no tardó en secar y mi padre me abrazó fuertemente y me dijo al oído:
     Hijo, estamos orgullosos de ti, siempre lo hemos estado.
     Gracias a ambos por permitirme llegar a este momento.
Luego que ambos ingresaron al final de la fila se encontraban dos guapas muchachas, me acerqué por educación a ellas:
     Gaby perdóname muchísimo por no haberte avisado, sabes que siempre he sido olvidadizo, aunque no invitar a mi mejor amiga no tiene excusa alguna y depende de ti que encuentre algún perdón— le dije abrazándola fuertemente.
     No sé, déjame pensarlo— dijo ella en un tono disforzado— como no te voy a disculpar, eres mi amigo— acto seguido hizo más intenso su abrazo— genial tu discurso, seguro que lo improvisaste, ¿cierto?
     Me sorprende que lo preguntases, sabes que nunca preparo un papel— le dije soltándome de ella y dirigiéndome a Jessica.
     Jessica disculpas totales a ti también, por no haberte pasado la voz, entenderás que todo esto es nuevo para mí y me he mantenido muy ocupado a tal punto que sólo deseo descansar un poco— le dije mientras me acercaba para darle un beso en la mejilla y pude notar que olía tan bien como siempre y su cabello seguía emanando aquel agradable olor— estás más guapa.
     ¿Qué habrás querido decir?— dijo riéndose— Pero no te preocupes, lo importante es que estamos acá y te felicito por la inauguración y sobre todo por el discurso, de verás que si tú no lo decías no le hubiese creído a Gaby que nunca preparas lo que vas a decir.
     Bueno es cierto, lo que se hereda no se hurta— y abracé a ambas como haciéndoles invitación a pasar— espero puedan acompañarme dentro, ya que tengo que atender a los invitados, que clase de anfitrión sería sino lo hago.
     Desde luego, anda Jaime estaremos por acá cerca mirando que hay de nuevo en tu librería— Gaby como siempre, haciendo uso de un sarcasmo, con buena intención desde luego.
     Las espero— e ingresé a atender a los anfitriones.
Mientras ya me encontraba dentro de vez en cuando miraba a Jessica que caminaba por el local con Gaby, ambas conversaban y siempre sonreían, a veces me he preguntado que clases de cosas hablarán las mujeres, uno como hombre suele pensar que lo que uno habla muchas veces no se puede decir delante de una dama, deduzco a primera instancia que las mujeres piensan lo mismo.
El ambiente era bueno, música de fondo suave, bocaditos para los invitados y algunos dejándose llevar por la novedad y descuentos en los libros no dudaban en coger algunos ejemplares y llevarlos a caja donde estaba Rosy esperando por cobrar.
Las horas iban pasando y me encontraba ya cansado por todos los días que emplee para llevar a cabo el evento, aunque seguía siendo modesto por lo menos auguraba ser expectante y estar a la altura de la demanda.
Ya llegadas horas de la noche el público se iba retirando, mis familiares se despedían de mí, ya que por una extraña razón siempre suelen irse todos en grupo, ya estaba acostumbrado a eso. Mis amigos me invitaban a festejar en otro lado, pero educadamente desistí ya que opté por ir a mi casa a descansar.
Ya no quedaban muchas personas en el local, más que algunos cuantos que se habían puesto a leer unos e-books que habíamos instalado con la reseña de todos los libros que teníamos de tal manera que se hacía más interactiva la compra. Vi que mis padres se acercaron:
     Hijo— era mi padre— me tomé la molestia de separar un local por acá cerca donde nos espera un buffet e invité a algunos de la familia a ir.
     Te lo agradezco mucho— antepuse el gesto a mi cansancio— me lo hubieses mencionado antes para invitar a algunos amigos que ya se han retirado.
     Me olvidé, estaba entretenido viendo los libros y comprando algunos para leer durante el viaje— era normal, mi padre también lee en cantidades— Pero mira ahí está Gaby con otra guapa chica, deberías invitarlas a ambas.
     Está bien.
Mis padres conocían bien a Gaby, era mi amiga por años y solía ir a mi casa de vez en cuando a conversar por lo que ya era conocida en mi familia.
     Gaby, Jessica, mi papá me dice que ha separado un local cerca de aquí y espero puedan acompañarme un momento.
     Pensé que estabas cansado— dijo Gaby con tono sarcástico— pero si es gratis aceptamos— lo dijo de una manera graciosa.
     Muchas gracias Jaime, espero no incomodar ahí— dijo tímidamente Jessica que podría tener razón, nadie la conocía en mi familia.
     De ninguna manera. Vamos, llamaré un taxi— saqué mi celular para avisarle a mis padres que iría aparte, conversé con mi papá, me dio el nombre del local y en su camioneta llevó a algunos familiares que quedaban— Vamos chicas, este taxi nos llevará.
Ya en el local, efectivamente un buffet no se hacía esperar, algunos mozos atendían a la familia y pedí una mesa para tres en la que me senté con Gaby y Jessica, estuvimos conversando por largos minutos y de vez en cuando me iba al resto de mesas para conversar con la familia.
El ambiente era bueno, me sentí dichoso y me divertí mucho bailando algunas canciones que el DJ ponía, bailaba con mis tías y con Gaby y Jessica. Ya llegada la hora de irnos, me despedí de mi padre afectuosamente prometiéndole que iría a despedirme de él en el aeropuerto y le dije a mi hermano que lleve a mi mamá a la casa, puesto que iba a dejar en su casa a mis amigas.
Llamé otro taxi y dejé como siempre primero a Gaby quien se despidió afectuosamente de mí haciéndome prometer que un día iríamos a bailar como lo hacíamos antes en grupos de amigos.
Luego ya afuera de la casa de Jessica:
     Muchas gracias por todo Jaime, de veras la pase muy bien y nuevamente quiero felicitarte por la inauguración de “Librocentrismo” de seguro que estaré por ahí frecuentemente ya que me encanta leer y las propuestas por libros de medicina a esos precios módicos han sido un acierto— dijo Jessica.
     De eso se trata, agradezco también tu presencia a pesar que tuve el desatino de no invitarte, espero que vayas seguido por ahí ya que habrán descuentos para clientes frecuentes— repliqué sonriendo— También me divertí mucho a tu lado… al lado de ambas— rápidamente repuse sonrojándome.
     Espero podamos encontrarnos otro día para seguir platicando, eres una persona muy interesante.
     Desde luego que sí, me encantaría. Pero por hoy es momento de descansar.
Le di un beso en la mejilla que ella correspondió, pude sentir nuevamente su aroma, muy agradable, ambos nos miramos por un momento y ella me sonrió, yo también hice lo mismo y nos quedamos mirándonos fijamente por un instante más.
     Lamento interrumpir, pero si más nos demoramos podría cobrarle un poco más— era el chofer que al parecer estaba impaciente por irse.
     Lo siento, bueno nos vemos Jaime, cuídate mucho— dijo Jessica un poco avergonzada.
     Cuídate también Jessica, espero vernos pronto.
De regreso a casa en el taxi con el chofer inoportuno, me preguntaba que estaba pasando, por qué Jessica y yo nos comportábamos así cuando estábamos solos, pero no trate de pensar en cosas que no existían, sólo quería descansar.

En mi cama, recostado, agradecí a la vida por el buen momento que estaba pasando y por un instante más volví a pensar en la guapa Jessica, pero me decía a mí mismo que era sólo una amiga, por lo menos en ese momento lo era y no tenía intenciones que eso cambie. Pero el destino es quien se encarga de eso.

1 comentario:

  1. Felicitaciones por el nuevo capitulo, no dejo de admirar tu facilidad para describir los acontecimientos y a los personajes, con tu manera tan ágil y amena haces que uno se enganche con la lectura, como siempre aguardo con interés lo que continuará, te auguro muchos éxitos en tu faceta de escritor.

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