sábado, 16 de mayo de 2020

Falso optimismo

Por Jefferson Valdivia

Llevamos más de sesenta días en cuarentena. Somos el país que más días ha tenido bajo esta medida y todavía nos restan algunos días más para que se levante esta medida (si es que al gobierno no se le ocurre extenderla). Francamente a estas alturas, resulta prácticamente imperceptible si nos quedamos una semana más o una semana menos. Las medidas de restricción, para aquellos que hemos tenido oportunidad de salir a hacer algunas compras para la semana y regresar nuevamente a nuestros hogares, parecen haberse levantado y la gente se ha vuelto a volcar a las calles nuevamente como si se ignorara el mandato presidencial. 

Los casos de contagio, como era previsible desde un momento, se han disparado a cifras que al corte supuestamente nos ubican por encima de la mismísima China, país de origen del brote. Importante mencionar que estas cifras son las "oficiales" reportadas por cada estado, pero creo que a estas alturas también resulta poco creíble que China haya reportado el número de casos que actualmente maneja. Se han demostrado por varios medios que el número de contagiados y sobre todo de fallecidos superaría amplia, pero muy ampliamente lo que actualmente hoy se conoce de dicho país. 

Pero bueno, regresando a nuestra realidad, me sorprende mucho el "falso optimismo" con el que el estado maneja la situación, o por lo menos la comunica. 

Estos días el jefe de estado tuvo la osadía de manifestar que hemos llegado al pico de contagios y que, de acá en adelante empieza el muy lento descenso. Particularmente me tomé el tiempo de tratar de entender que lo llevó a decir algo así, sobre todo considerando que muchos expertos en la materia y sin ir muy lejos, las mismas cifras oficiales parecieran indicar todo lo contrario. En los últimos días hemos sido testigos de como el número de contagios por día se ha disparado de tal manera que cualquiera que lo ve no podría asimilar como es que se puede siquiera insinuar que hemos llegado al pico de contagios. Solo en los últimos días las cifras han indicado que el número de contagios ha aumentado de tres mil en promedio hasta llegar a cuatro mil por día y el número de fallecidos superó los tres dígitos por día lamentablemente. Por otro lado, vemos que la situación en los hospitales parecer ser cada vez peor y esto acompaña un escenario que puede empeorar de mantenerse así. Solo basta con ver la realidad de Loreto para tratar de entender como es que ya hemos llegado al pico. La situación que atraviesa hoy por hoy el medio oriente parece complicarse cada vez más y no de manera horizontal, sino vertical y lamentablemente de una verticalidad ascendente. Una carencia de médicos (que durante las semanas se han infectado o han fallecido) no hace más que anticipar que la situación será cada vez más complicada y difícil de controlar. 

Por lo que pude tomar en conocimiento, el Ministerio de Salud se estaría basando, para tan "optimistas", en un parámetro sería el número de reproducción efectiva de una enfermedad infecciosa (R), que mide el número promedio de personas a la que cada infectado contagia. Si es mayor que uno el rango, significaría que un infectado va a contagiar a una o más personas. Si es menor a uno es probable que el contagiado no contagie a otras personas (este sería el escenario al que se apunta a llegar para decir realmente que esta situación ha sido controlada). Esto es lo que el mandatario peruano indica se ha reducido. Lo que al parecer nuestro presidente no considera que es que este rango es dinámico.

Y este podría o, mejor dicho, es muy probable que sea nuestro caso. Cabe recordar que ya desde esta semana se ha iniciado la liberación de algunas actividades económicas, lo cual hará que de todas maneras el virus se mueva de un lado a otro, por el sencillo hecho que la gente se estará desplazando de un lado a otro. Pero no hay otro camino, la economía ya está lo suficientemente golpeada como para pretender seguir paralizándola, pero es precisamente ello lo cual no puede llevarnos a pensar aún en un triunfalismo ni en ninguna contención. Queda esperar ver como la curva de contagio se va a mover cuando más actividades económicas se sigan reincorporando y ver el impacto del movimiento del virus para ver dónde va a posicionarse el R y si realmente se va a mantener como está ahora, o no hará más que alejarse a más de 1. En algunas regiones este indicador está llegando a 2 por lo que advierten algunos especialistas.

Asimismo, especialistas advierten que no se está publicando información completa de los reportes médicos (como muchas otras cosas) lo cual no da transparencia al análisis y al fundamento científico y técnico que está tomando el gobierno para afirmar algo así, muy alejado de la realidad que día a día se ve en el país. 

Finalmente, el número de pruebas tomadas de un momento a otro dejó de aumentar. Esto, por obvias razones invita a pensar que la velocidad del crecimiento de contagios no responde directamente a una "transmisión más lenta del virus" sino a que se están efectuando menos pruebas, así como que las pruebas que se están realizando en mayor proporción son de descarte rápido frente a las moleculares (70% frente a 30%), conociéndose ya la "efectividad" que tienen las de descarte rápido para identificar si alguien tiene o no el virus. 

No se trata de llenar este post con pesimismo, sino de hacerlo con una realidad. Una realidad que lamentablemente dista mucho de lo que hoy por hoy los que conducen el país pretenden dar a conocer.

Para superar un problema primero tenemos que aceptar que el mismo existe y que su realidad al día de hoy es esa, por más drástica que esta sea, de otra manera en un país como el nuestro no hace más que hacerle bajar la guardia a la población, que ya de por si está relajando las medidas de cuarentena y que con mensajes equivocados podría empeorar la situación. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por comentar...