Hace algunas horas el presidente Martín Vizcarra ha anunciado la
prolongación de la medida del estado de emergencia, y por tanto de la
cuarentena. La medida para muchos ya no es viable, sobre todo porque luego de
haber pasado algunas semanas desde que se inició esta medida, se ha vuelto
prácticamente incontrolable seguir bajo cuarentena, principalmente por una
disminución notoria en el número de efectivos policiales y militares en las
calles, comprensible desde luego, por el número de contagios que se vienen
presentando dentro de estos valerosos compatriotas y principalmente porque la
gente se ha volcado nuevamente a las calles, empujadas por una necesidad de
sobrevivir ante la crisis a través de sus negocios ambulatorios e informales, sumada
a una larga y al parecer innecesaria espera de los famosos bonos del gobierno;
y por una parte de ciudadanos que aparentemente se hartó de esta medida y sale
sin preocupaciones, de una manera irresponsable desde luego y a veces innecesaria
a las calles.
Frente a ello nos queda
replantearnos: ¿qué habrá el día después de mañana? La verdad, es incierto.
Cuando empezó esta cuarentena, tengo que ser sincero y a pesar de que era
evidente que nuestro sistema de salud iba a colapsar y en algún momento la
situación se iba a descontrolar, no pensé llegar a este punto con tanta incertidumbre
y sobre todo con tanto descontrol en las cifras y una luz al final del túnel
que parecer ser cada vez más lejana frente a cada anuncio presidencial de
extensión de cuarentena. Pues ya nos hemos metido entre los países con mayor
nivel de contagio a nivel mundial, así es, a nivel mundial.
Es que basta con salir un
momento a las calles, para no solo cuestionar el porqué de la sacada de vuelta
a la cuarentena, un hecho que es hasta cierto punto comprensible (para algunos)
sino por la gran negligencia que hay para no respetar el distanciamiento
social. Algo tan simple como respetar una distancia prudente y usar mascarillas
de manera responsable y un constante aseo, pudo y podría evitar un gran número
de contagios. Pero en un país como el nuestro, donde siempre se ha aplaudido al
vivo, al "bacán del barrio" esto parece no ser aplicable. Y es
precisamente ahí donde es válido cuestionarse si realmente vale la pena seguir
prolongando la cuarentena. A estas alturas parece ya no tener sentido hacerlo,
no por un pesimismo que sería inclusive sustentable, sino porque simplemente y
ha quedado demostrado que nuestra cultura popular no lo soporta.
Pero haciendo un punto aparte a
ello y sabiendo que tarde o temprano esto va a pasar, para bien o para mal, nos
queda pensar que habrá el día después de mañana. A nivel económico es claro que
vamos a recorrer un largo camino de reactivación económica y de retomar las
riendas de crecimiento a como veníamos antes. El gobierno a través del MEF, en
mi humilde opinión, está tomando al respecto medidas acertadas, a veces muy
técnicas, muy incomprensibles para algunos, muy cuestionables para otros, pero
al fin y al cabo creo que son acertadas. No se puede ser una pepita de oro para
caerle bien a todos y en ese sentido la ministra parece mantenerse firme en
esta ardua labor de recuperación económica. Habrá sectores que se demoren en
resurgir más que otros, como turismo por ejemplo en un país como el nuestro,
será uno de los más golpeados lamentablemente, por la gran cantidad de puestos
de trabajo (entre formales e informales) que esto generaba. En otros rubros,
protocolos de seguridad debidamente implementados (al parecer para las empresas
que tengan los recursos para hacerlo) permitirá que haya una reinserción
escalonada a las actividades empresariales del país, a través del proyecto por
fases que el gobierno ha propuesto para reincorporarse a la economía, sin
embargo no descuidemos al sector informal que de una manera u otra ha sido un
sector que alimenta a muchas familias y que tal vez no pueda adoptar estas
medidas y continúe relegada a la incertidumbre.
En lo político, probablemente
para el otro año que vuelvan las elecciones, muchos que hoy han sacado rédito
de la situación, aunque suene fuerte decirlo de una manera deplorable y cargada
de populismo, tentarán a algunos cargos importantes dentro del gobierno, y
porque no decirlo a la misma presidencia. Desde ya están sacando provecho de la
situación para construir a costa de la irresponsabilidad y la necesidad de la
gente, una campaña política para el otro año. Triste, pero parece que nuestra
política todavía tiene un largo camino por recorrer para demostrar que
realmente puede cambiar. Por ahora y en mediano plazo, parece que no será así.
En la sociedad, creo que
nuestro modo de vivir va a cambiar significativamente en adelante hasta
regresar a la "normalidad" o periodo "pre - pandemia". El
virus tiene para rato en nuestras vidas y ello nos obliga a adoptar un nuevo
estilo de vida, desde la manera en cómo nos comportamos como consumidores, como
nos desempeñamos en sociedad, como estudiamos, como trabajamos y un largo
etcétera, amarrado directamente a como nos volvemos, de una manera forzosa y
anticipada, a ser cada vez más digitales y convivir con la tecnología de una
manera más cercana en nuestras vidas. El nuevo futuro parece estar a la vuelta
de la esquina.
En general, hay mucho más que
va a cambiar. En algún momento, pero lo hará.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar...