CAPITULO XI
En ese momento ingresé a la casa de Gaby, por alguna
extraña razón me sentía emocionado, entusiasmado, como si en el fondo eso era
lo que estaba esperando, verla a ella ahí.
—
Pasa Jaime, estábamos
escuchando música— me dijo Gaby dándome un beso en la mejilla.
— Que
gusto verte de nuevo— intervino Jessica, saludándome también— Hace media hora
aproximadamente que acabo de llegar.
—
El gusto es mío, no esperaba
encontrarte acá pero me alegro—añadí.
Los tres nos sentamos en unos cómodos sillones de cuero que
tenía Gaby en una especie de terraza con vista a la calle, el clima estaba templado
y era un ambiente propicio para una buena conversación.
—
Me da gusto que hayas decidido
salir de tu casa, tiempo que no venías a visitarme— dijo Gaby con una sonrisa,
dando inicio a la conversación.
— Bueno
lo que pasa es que venía a contarte algo que ha pasado recientemente, así que
quise hacerlo personalmente.
—
Que sorpresa traerás esta vez.
En ese momento me di cuenta que Jessica se sonrojó, al
parecer se había incomodado por haber pensado que no estaba en el momento
adecuado, que había ido para contarle algo personal a Gaby y por ende ella no
tenía lugar en aquella circunstancia.