El 30 de Octubre del año 1963,
mediante la ley Nro. 14692 se promulgó la creación de la Universidad Nacional
Federico Villarreal. Junto con ella se inició un proyecto que funda sus
cimientos en aquel deseo de formar profesionales de calidad, profesionales de
éxito, profesionales que aporten al país.
Por aquellos pasillos de las
facultades, han recorrido miles de personas, todas ellas con el mismo
entusiasmo y ganas de aprender, todas ellas con el mismo ímpetu y ganas de
salir adelante que los graduandos que el día de hoy han consolidado su
presencia en este auditorio.
Hoy nuestra promoción lleva
orgullosa el nombre de los Cincuenta Años, Bodas de Oro. Nombre que por única
vez será atribuible a una promoción de nuestra casa de estudios. Nombre que
carga en cada una de sus letras, una rica historia, nombre que refleja y plasma
un sueño de generaciones que año tras año busca el éxito y que no sólo lo
busca, sino que por aquellos conocimientos adquiridos en estos cinco años de
carrera, lo encuentra.
Lo que un día Javier Pulgar Vidal
y colaboradores, gestores de la universidad que soñaron con esto allá por los
años 60, a lo largo de estos cincuenta años, fue encontrando su forma y
sentido, fue encontrando su razón de ser y aquella razón de ser no hace más que
fortalecer aquella convicción de que el estudio nos permite llegar a espacios y
dimensiones que el ser humano jamás termina de explorar. Después de medio siglo
de fundación, lo que empezó como un proyecto de ley, hoy se vuelve una realidad
para miles de jóvenes, hoy se vuelve una realidad para sus familias, hoy se
vuelve un camino para poder retribuirles a aquellos que hace cinco años apostaron
por nosotros, todo aquello que se merecen.
Cincuenta años de historia, donde
la Universidad Nacional Federico Villarreal, nuestra alma mater, vio pasar en
sus aulas a figuras ilustres de nuestro país, donde albergó en cada uno de sus
pasillos el entusiasmo de aquellos que ingresan como cachimbos y cinco años
después, la sapiencia de aquellos que egresan como profesionales. Cincuenta
años de historia donde la Universidad Federico Villarreal, ha formado a
profesionales que más que aspirar a ser algo, aspiran a ser alguien en la vida,
porque es aquello lo que nos hace diferentes de otros profesionales, porque es
aquello que Miguel Ángel Cornejo define en sus textos, como seres
extraordinarios, y que nos hace diferente de los seres ordinarios, aquella palabra
que lo cambia todo: “extra”, aquellos “extras” que a través de esta fructífera
historia ha permitido llegar lejos a nuestra universidad, aquellos “extras” que
le han agregado un sentido a nuestro camino y que hoy permite a nuestros
padres, familiares y amigos que se encuentran en este auditorio y fuera de él,
decir que tienen entre sus miembros a un digno egresado de la Universidad
Nacional Federico Villarreal, que le permiten a cada uno de los ciento setenta
egresados de esta facultad, a acceder a una mejor calidad de vida no sólo para
nosotros sino para aquellos que nos rodean.
Bodas de Oro, cincuenta años de
alumnos, profesores y autoridades, unos cincuenta años que nos debe servir de
reflexión a todos aquellos que sentimos un agradecimiento por esta casa de
estudios, a preguntarnos que hemos hecho a lo largo de este tiempo, que estamos
haciendo y que pretendemos hacer, un punto en el que exhorto a todos a
reflexionar y ver por el bienestar de nuestra universidad, en el que exhorto a
dejar de lado los intereses personales y diferencias de cualquier índole y
consolidar bajo una sola idea lo que queremos para la institución a la cual le
debemos todo, a usar nuestro pasado como un trampolín en el presente para
saltar hacia un mejor futuro, en el que sigamos manteniendo a nuestra
universidad, como una de las más prestigiosas de nuestras fronteras.
Un día Kennedy pronunciaba ante miles de
estadounidenses: “No pienses que puede hacer tu país por ti, sino que puedes
hacer tú por tu país” y seguramente en aquella frase radica el éxito de los
norteamericanos, pero hoy compañeros graduandos y autoridades es un buen
momento para decirnos “No pienses que puede hacer tu universidad por ti, sino
que puedes hacer tú por tu universidad”, es esta frase la que nos va a permitir
manejar esa reciprocidad que nos lleve a decir que la universidad hace al
alumno y el alumno hace a la universidad, la que nos va a permitir luego de
estos cinco años de estudio seguir al tanto de nuestra universidad y velar por
sus intereses como institución y la de sus alumnos y futuros alumnos, es esta
frase la que va a prolongar año tras año acontecimientos como éste, que
seguramente va a quedar grabado en la retina de ustedes que están sentados
llenos de orgullo, por los que estamos acá al frente viviendo un momento
irrepetible, indescriptible que no sólo quedará grabado en nuestras mentes sino
también en nuestros corazones.
Este discurso va dedicado a las
más de mil personas que en este momento me escuchan en el auditorio, mis padres, nuestros
padres, autoridades y amigos y para todos aquellos que han formado parte de estos
cincuenta años de historia, que hoy colegas contadores, nos permite decir que
no somos buenos, somos los mejores. Gracias.
Lima, 31 de Enero del 2014.
Felicitaciones, ten por seguro que hay alguien que sigue de alguna forma las huellas ya dejadas.. pa lante!!!!!!!
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