Año dos mil
diez, entraba a mi segundo año de universidad y tuve la oportunidad de llevar
un curso de doctrinas contables en mi agenda. Hasta ese entonces no sabía que
podía encontrar ahí ni los temas que íbamos a tratar. Me tocó llevar el curso
con un profesor al cual respeto mucho, las primeras clases trataron de la
historia de la contabilidad, alucinantemente redactado para llegar desde la
historia del ser humano hasta el momento en el que Luca Pacioli diseñó uno de
los principios contables más antiguos: la partida doble.